Conocido como “la hierba de las brujas”, durante la Edad Media el beleño alcanzó una gran relevancia al ser utilizado por magos y curanderos en fumigaciones y en la preparación de brebajes, filtros amorosos y ungüentos. La atropina, uno de los alcaloides que se encuentran en el beleño, es fácilmente absorbido a través de la piel al mezclarlo con grasa, por lo que fue muy utilizado en ritos mágicos por sus efectos alucinógenos. La inhalación del humo resultante de quemar sus semillas o la exposición cutánea o vaginal a ungüentos que la contenían producían la sensación de volar, siendo posiblemente este el motivo de que se representara a las brujas volando en escobas.
top of page
bottom of page
コメント