Entre las distintas apariciones marianas y advocaciones de la Virgen María, encontramos estas diez milagrosas Vírgenes.
En todo el mundo, la devoción a la Virgen María ha tomado distintas formas. Y las apariciones y advocaciones de la Virgen siguen atrayendo a miles de devotos en todos los rincones del planeta.
Virgen de Guadalupe (México)
Nuestra Señora de Guadalupe es una aparición mariana que empezó la devoción multitudinaria a la imagen que se encuentra en la Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México. Actualmente, éste es uno de los santuarios católicos más visitados en el mundo y su devoción es una de las más arraigadas en nuestro país.
Virgen de Fátima (Portugal)
Tres niños pastores fueron los testigos de la aparición mariana milagrosa de la Virgen de Fátima. Sus profecías fueron reveladas paulatinamente por la niña Lucía Dos Santos que creció para recluirse en un convento. En 2011, el peregrinaje masivo al Santuario de Fátima en Portugal, fue de más de siete millones de personas.
Virgen del Luján (Argentina)
La Virgen de Luján es una de las figuras culturales más representativas de Argentina. Actualmente, las peregrinaciones en su honor reúnen a más de un millón de personas al año. Además, esta virgen ha tenido un papel importante en la historia del país sudamericano. En el siglo 18 se convirtió en uno de los símbolos de la independencia argentina y, posteriormente, fue nombrada la protectora de los obreros argentinos.
Virgen de la Caridad del Cobre (Cuba)
En 1916, el Papa Benedicto XV nombró a esta advocación de la Virgen como la patrona protectora de la isla de Cuba. Esta virgen, cuenta la leyenda, se le apareció por primera vez, flotando en el mar, a dos pescadores. Numerosos papas han visitado la imagen en la isla caribeña y es, actualmente, la máxima imagen religiosa del pueblo cubano. De cariño, todos la conocen en Cuba como “Cachita”.
Nuestra Señora de la Divina Providencia (Puerto Rico)
La virgen protectora de Puerto Rico es una de las imágenes religiosas más veneradas de América. Fue nombrada como la protectora principal de esta isla en 1969 y, desde entonces, se celebra su imagen cada 19 de septiembre en la catedral de San Juan.
Virgen de Coromoto (Venezuela)
La primera aparición de la Virgen de Coromoto corresponde, en la leyenda, a la evangelización de las poblaciones indígenas de Venezuela. La aparición se dio frente al Cacique Coromoto y su mujer y les indicó que debían ser bautizados para llegar al cielo. Actualmente, es la imagen religiosa más venerada del país sudamericano.
Virgen de Lourdes (Francia)
En 1858, Bernadette Soubirous (1844-1879) presenció 18 apariciones de la Virgen en la gruta de Massabielle, en el río Gave de Pau, a las afueras del pequeño pueblo de Lourdes, en Francia. Soubirous todavía vivía cuando el Papa Pío IX permitió que comenzara la devoción a la virgen en la gruta de las apariciones. Desde entonces, se ha convertido en uno de los sitios de peregrinaje más concurridos del mundo con cerca de 8 millones de visitantes al año.
Nuestra Señora de Chiquinquirá (Colombia)
La Virgen de Chiquinquirá es la patrona y reina de Colombia. Cada año, miles de peregrinos visitan el lienzo en donde está representada la virgen en el Santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. Y este mismo lienzo ha viajado por todo el territorio colombiano para celebrar misas de paz y para recibir a Papas y dignatarios internacionales.
Notre Dame du Cap (Canadá)
La basilique Notre-Dame-du-Cap, por su nombre en francés, es una basílica menor que se encuentra en Cap-de-la-Madeleine en la parte francesa de Canadá. Año con año acuden miles de peregrinos a visitarla y se considera uno de los cinco santuarios católicos de Canadá. Algunos de los peregrinos recorren más de cien kilómetros a pie para visitar a la Virgen del Cabo.
Virgen negra de Czestochowa (Polonia)
Virgen negra de Czestochowa es la imagen religiosa más venerada de Polonia y un símbolo nacional para el país europeo. El origen de esta virgen tiene más de setecientos años y algunos remontan su representación al siglo 13 en Jerusalén. Al parecer, el papa polaco Juan Pablo II era un gran devoto de esta virgen que, año con año, van a adorar miles de peregrinos.
