Desde hace siglos, la adivinación a través de la bola de cristal ha despertado curiosidad en la humanidad, en especial por las nuevos métodos que también pueden predecir el futuro. La observación precisa de la bola de cristal con atención y concentración, es parte de la técnica de los adivinadores. El vidente activa sus sentidos para percibir a través de figuras, movimientos y colores la disposición positiva o negativa de los elementos de la persona que consulta.
La lectura de la bola de cristal no es un arte reciente. Está asociado con las épocas más primitivas. El gran conquistador Alejandro Magno fue, según la historia, uno de los mayores creyentes en esta metodología. En principio se trataba de espejos, luego de esferas brillantes de metal hasta llegar a las bolas de cristal.
La técnica está asociada a quien practica el arte de la lectura de la bola de cristal. Puede colocarse sobre un paño oscuro en un área con iluminación moderada si es posible con velas, estas últimas para crear un campo magnético con la bola de cristal.
La disposición de las figuras determinará si se habla del pasado, el presente o el futuro. Adicionalmente, si los movimientos son ascendentes se interpretan en la lectura con la bola de cristal como favorables, mientras que los descendentes son considerados como adversos.
Tanto quien consulta como quien interpreta debe estar muy relajado. Las preguntas deben ser concretas y procurar imaginar en el interior de la bola de cristal la respuesta concreta que se pretende. Los colores también son determinantes para interpretar el porvenir.
Los colores negros son sinónimo de épocas difíciles o turbias. El azul y el verde significan felicidad, mientras que el naranja y el amarillo personifican la tristeza.
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