El 1 de agosto celebramos el festival de mitad de verano en el hemisferio norte, que los celtas llamaban Lammas o Lughnasadh, e invierno en el hemisferio sur (Imbolc). En Lammas aunque estamos en pleno verano, la luz ya ha empezado a menguar y vamos adentrándonos en la mitad oscura del año, de la misma manera en el hemisferio sur aunque estén en el pleno frío del invierno ya empieza a crecer la luz y la vida empieza a despertar hacia la primavera.
Lammas es la fiesta de la primera cosecha del año: es el momento deconectarnos con la abundancia de la tierra y agradecer por todos los regalos recibidos en este año. Conectarnos con los ciclos de la tierra nos ayuda a comprender las leyes de la vida: para lograr una cosecha necesitamos vivir la limpieza y el soltar que trae el otoño, el descanso y la regeneración del invierno así como el crecimiento y el florecimiento de la primavera. Estas leyes son aplicables a todo lo que hacemos en nuestra vida así como a nuestro cuerpo. Ahora es tiempo de celebrar y agradecer todo lo que tenemos en nuestra vida, reunirnos para compartir desde la plenitud con nuestros seres queridos.
Lammas nos recuerda que el Sol brilla para todos y la Tierra nos provee todo lo que necesitamos en cada momento. Vivimos en un planeta abundante y somos abundancia, sólo se trata de reconectarnos saliendo del mundo tan artificial que hemos creado para vivir más acorde a lo que somos.
Para celebrar esta festividad, vamos a crear un altar a la abundancia: pon un mantel de colores cálidos (naranjas, amarillos, ocres). En el centro enciende una vela, representando el elemento fuego y la luz del sol del verano, si puede ser de los mismos tonos de colores cálidos. Prepara tu propio cesto de la abundancia con frutas, semillas, flores, galletas y todo lo que para ti representa la abundancia; puedes poner en el altar monedas y billetes, así como joyas y lo que es de valor para ti. También puedes poner una pirita y un cuarzo citrino, gemas que nos ayudan a conectar con la abundancia así como aceites esenciales de cedro, albahaca, canela y cítricos. Tómate unos minutos para conectarte con la energía del momento y medita sobre lo que sembraste a principio de año, viendo lo que ha fructificado y lo que no.
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